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Sensibilidad dental: cómo evitar sufrir molestias en invierno
Con la llegada del frío, apetece ingerir comidas muy calientes. Las personas que padecen sensibilidad dental pueden sufrir un verdadero calvario ya que los alimentos y bebidas muy calientes pueden provocar dolores fuertes y agudos.
¿Qué es la sensibilidad dental?
La sensibilidad en los dientes es un dolor intenso, de corta duración, en respuesta al frío, al calor e incluso al tacto en los dientes y las encías. Surge de la dentina cuando está expuesta a estímulos térmicos (frío, calor), evaporativos (aire), táctiles (cepillado, al tacto) e incluso químicos, como alimentos ácidos o dulces.
El esmalte, que protege la dentina, es la capa más superficial del diente. Cuando este se debilita y tenemos fisuras, puede quedar expuesta la dentina; esta está conectada con las terminaciones nerviosas a través de unos canales llamados túbulos dentinarios. Al exponerse, las terminaciones perciben estímulos externos como la ingesta de una bebida fría o caliente.
Controlar esta dolencia es importante para la salud oral, la salud general y para conseguir una mejor calidad de vida. La incomodidad asociada a ella puede poner barreras a la hora de llevar a cabo una adecuada higiene oral evitando áreas afectadas. Es por ello por lo que quien la padece tiende a cambiar la técnica de cepillado. Provocando que se acumule placa bacteriana y aumentando el riesgo de padecer caries. Siendo esta una de las principales consecuencias de la sensibilidad dental.
¿Cómo tratar y combatir la sensibilidad dental?
Se puede tratar y combatir con productos especiales que apliquen doble acción. Los tratamientos específicos taponan y sellan los túbulos de la dentina. Incluso, fortalecen la superficie del diente promoviendo la remineralización del esmalte y de la propia dentina.
Además, un producto adecuado debe desensibilizar las terminaciones nerviosas para reducir así la sensibilidad dental.
Consejos que nos pueden ser de gran ayuda para combatir la sensibilidad dental:
Evita alimentos muy ácidos y azucarados:
Evita los alimentos muy ácidos y azucarados ya que erosionan el esmalte dental y exponen la dentina. Además, estos alimentos aumentan el riesgo de caries. ¡Este consejo puede serte válido para todo el año!
Cuidado con las bebidas calientes:
¡Cuidado con las bebidas calientes! En verano, recomendamos tener cuidado con los helados y las bebidas frías. En invierno, es fundamental que tengas cuidado con las comidas o bebidas muy calientes para entrar en calor. Las sopas, infusiones, chocolates a la taza o cafés, pueden causarte la misma molestia.
Cepíllate los dientes tres veces al día:
Sé riguroso con la higiene bucodental y cepíllate los dientes tres veces al día siempre después de las comidas principales. Acuérdate de repasar todos los espacios interdentales y finalmente coronar tu limpieza con un enjuague bucal.
Utiliza flúor:
Además de cepillarte bien los dientes es fundamental que utilices flúor. El flúor es un mineral esencial para nuestra boca, ya que fortalece el esmalte y disminuye la erosión.
Asegúrate de escoger una pasta de dientes que contenga una cantidad de flúor adecuada a la edad.
Evita un cepillado demasiado fuerte:
Si eres propenso a padecer sensibilidad y tienes dientes sensibles al frío, evita un cepillado fuerte. Hay cepillos eléctricos que disponen de un modo de sensibilidad y de un sensor de presión, que te ayudarán a no ejercer demasiada fuerza en el cepillado. Hacer demasiada fuerza puede desgastar tu esmalte y producirte irritaciones.
Existen cepillos especiales que no son tan fuertes y cuyos filamentos son más suaves con los dientes y encías. Para aliviar rápidamente este malestar, puedes incluir en tu rutina diaria productos especializados para el tratamiento de la sensibilidad dental.