
Alveolitis: ¿qué aspecto tiene, cuáles son sus causas y cómo puede tratarse?
La alveolitis, también conocida como alveolitis seca o dry socket, es una inflamación de la cavidad donde anteriormente se encontraba la raíz de un diente. Esta complicación dolorosa, aunque poco común, puede ocurrir después de una extracción dental, especialmente de una muela del juicio. Dado que puede generar un malestar significativo, es importante saber cómo reconocer un alveolo seco, sus síntomas y cómo tratarlo de forma adecuada.

¿Qué es la alveolitis y cuáles son sus causas?
La alveolitis ocurre cuando, tras una extracción dental, no se forma adecuadamente el coágulo de sangre en el alveolo o este se pierde prematuramente. Esto impide que la herida cicatrice correctamente, dejando expuesto el hueso subyacente.
Las causas más frecuentes incluyen:
Uso de enjuagues bucales demasiado agresivos tras la extracción
Comer o beber demasiado pronto después del procedimiento
Fumar
Toser o escupir con fuerza
Succión con pajita
La afección es más frecuente tras la extracción de molares inferiores, y afecta aproximadamente al 1–5 % de los pacientes. El riesgo aumenta en personas mayores de 40 años, especialmente en mujeres, y en quienes presentan condiciones como:
Infecciones previas en la boca
Hipertensión
Diabetes
Cáncer
Trastornos inmunológicos
¿Cuándo aparece la alveolitis?
Los síntomas suelen comenzar entre 2 y 4 días después de la extracción. El dolor aumenta progresivamente, volviéndose más intenso y difícil de controlar con analgésicos comunes.
Síntomas de la alveolitis
Los principales síntomas de la alveolitis incluyen:
Dolor punzante e intenso en la zona del diente extraído
Dolor irradiado hacia el oído, ojo o sien
Sensibilidad al tacto en la encía cercana
Mal aliento y sabor desagradable
Inflamación de los ganglios linfáticos cercanos
Fiebre leve en algunos casos
¿Cómo se reconoce una alveolitis?
En el caso de una alveolitis seca:
El coágulo de sangre está ausente
El alveolo aparece vacío o cubierto de una masa gris-marrón con mal olor
Es posible ver el hueso expuesto
El dolor no disminuye con el tiempo, a diferencia de una curación normal
¿Cuánto tiempo dura el dolor?
El dolor suele ser más intenso entre los días 2 y 4 después de la extracción, y sin tratamiento puede extenderse durante una o dos semanas. Con intervención profesional y buenos cuidados, los síntomas mejoran entre los 7 y 10 días, y la recuperación total puede tomar hasta 2 semanas.
Tratamiento de la alveolitis
Si sospechas de alveolitis, acude al dentista de inmediato. Esta afección no se resuelve por sí sola y requiere tratamiento profesional. El tratamiento incluye:
Limpieza de la herida con solución salina o bicarbonato
Aplicación de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos tópicos
Colocación de apósitos o gasas medicadas para proteger el alveolo
Enjuagues controlados en consulta durante los siguientes días
Los remedios caseros no son efectivos en estos casos y pueden incluso empeorar el problema.
¿Cómo prevenir la alveolitis?
Para evitar esta complicación, es clave seguir todas las instrucciones del dentista después de una extracción:
No comer ni beber durante al menos 2 horas posteriores
Evitar alimentos calientes, duros o picantes durante los primeros días
No usar pajitas para beber
Evitar fumar en las 24 a 48 horas siguientes
Cepillar los dientes suavemente con un cepillo postquirúrgico
No enjuagar la boca enérgicamente durante los primeros 3 días
Un buen flujo sanguíneo es esencial para la curación, por lo que es fundamental no alterar el coágulo que protege el alveolo.
¿Con qué enjuagarse la boca tras una extracción dental?
Una vez superados los primeros días, se recomienda utilizar un colutorio antibacteriano sin alcohol, que ayude a prevenir infecciones y favorezca una recuperación limpia.
Elige productos que contengan ingredientes calmantes y regeneradores como:
Vitamina E
Vitamina B5
Extractos naturales con propiedades antisépticas
Utiliza siempre un colutorio sin alcohol, ya que el alcohol provoca irritación. Además, se recomienda un dentífrico con ingredientes calmantes y vitaminas, como la vitamina E o la vitamina B5.
El contenido anterior pretende fomentar el conocimiento general sobre la salud bucodental y no sustituye la opinión de un profesional ni el diagnóstico médico. Consulte siempre a un médico o farmacéutico en caso de problemas de salud.