may. 31, 2021 - 1 minuto de lecturaMinutos de lectura

Hábitos que provocan mal aliento

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El mal aliento, conocido también como halitosis, puede dar vergüenza y, en algunos casos, causar ansiedad. Pero, ¿cuáles pueden ser las causas? ¿Cómo se puede recuperar un sabor agradable en la boca y mantener la confianza en uno mismo sin que nos afecte el mal aliento?

Cómo ya sabrás, el estilo de vida tiene un gran impacto en la salud de todo el cuerpo, incluida la salud dental. Algunas costumbres tienen una fuerte influencia en el estado de los dientes y disminuyen la sensación de frescor de la boca, llegando incluso a provocar mal aliento. 

Causas que provocan el mal aliento

Las causas del mal aliento pueden variar según cada persona. A continuación, te explicamos las más comunes: 

Consumir una dieta rica en proteínas o alimentos azucarados

Cuando realizamos una dieta con un alto contenido en proteínas o azúcares, un efecto secundario puede ser el mal aliento. Los carbohidratos son un medio excelente para el rápido crecimiento de microorganismos en la boca. Los procesos metabólicos que realizan las bacterias en la cavidad oral aumentan la producción de compuestos de azufre volátiles causantes del mal aliento. 

Lo mismo ocurre con las proteínas de la dieta. Son degradadas por la acción de las bacterias hasta aminoácidos (unidad más pequeña de una proteína). Los aminoácidos ricos en azufre son en este caso los máximos responsables del mal aliento.  Para mantener la boca fresca durante el mayor tiempo posible, se recomienda limitar el consumo de dulces y otros alimentos ricos en azúcar y controlar el consumo de proteínas. 

Susceptibilidad al estrés 

El estrés especialmente fuerte y duradero, afecta el estado de todo el organismo. Es un estímulo que también afecta negativamente al estado de la cavidad bucal. Bajo su influencia, se liberan grandes cantidades de la hormona del estrés, que inhibe la producción de saliva. La saliva, por su composición, contiene proteínas que juegan un rol muy importante. Se le atribuyen propiedades antimicrobianas y antifúngicas, y participa en la lubricación y mantenimiento de la integridad de la mucosa.  Una disminución en la producción de saliva, entre otras muchas cosas, hace que las bacterias se acumulen y multipliquen más rápidamente. Dando como resultado el aumento de los compuestos azufrados anteriormente mencionados. Esto provocará una disminución en la frescura e higiene de la boca. 

Consumo de alcohol y tabaco 

El alcohol etílico, también llamado etanol, cuando se ingiere pasa a la sangre a través de las paredes del estómago y del intestino delgado. Después, circula libremente por todo el organismo, hasta que es metabolizado por el hígado. Este mecanismo de desintoxicación se encarga del 90 % del alcohol ingerido. El 10 % restante se elimina a través de los pulmones (de ahí el mal aliento), la orina, el sudor y la saliva.

Otro aspecto poco valorado por la población general es la halitosis del fumador. No solamente está el olor desagradable que produce el tabaco y otros productos tóxicos acumulados en las vías respiratorias, sino que también está el de las infecciones secundarias que se producen en las encías debido a la reducción de la llegada de la sangre a ellas por la acción de la nicotina.

Usar un enjuague bucal con alcohol 

El enjuague bucal es una herramienta higiénica realmente eficaz para controlar la cantidad de placa que se acumula en la boca y para combatir el mal aliento. Sin embargo, los colutorios que contienen alcohol, si se utilizan con mucha frecuencia, pueden tener un efecto negativo en la mucosa oral al irritarla gravemente. Además, el alcohol favorece el secado excesivo de la mucosa. Consecuentemente, se agravan los problemas derivados de la sequedad bucal (xerostomía), como el mal aliento.

¿Cómo contrarrestar el mal aliento?

La lucha contra el mal aliento debe comenzar por incrementar el cuidado de la higiene bucal. Para ello, se deben elegir los productos de higiene adecuados para las personas que sufren de halitosis. ¿Qué debemos recordar? 

  • Usar una pasta de dientes en formato gel adaptada, que no solo elimina los microorganismos que causan el mal olor, sino que neutraliza los compuestos lo causan. Su uso diario aporta una sensación de frescor duradero y, al mismo tiempo, proporciona una buena protección y fortalece el esmalte dental. 
  • Lavarse la lengua con regularidad también aumenta la eficacia de estas rutinas de higiene. Lo mejor para ello es hacerse con un limpiador lingual de doble acción que permite deshacerse del sedimento en su superficie, que a menudo es la principal fuente de olor.
  • Un excelente apoyo para conseguir un aliento fresco es el uso de un enjuague bucal sin alcohol. Permite refrescar el aliento y enmascarar los malos olores. 
  • En situaciones en la que no sea posible usar el baño y cepillarse los dientes a fondo, el uso de chicles sin azúcar es una buena alternativa. Además, al masticar chicle, la actividad de las glándulas salivares se activa, aumentando la producción de saliva. 

¿Notas mal aliento al usar la mascarilla? En este otro post, te explicamos cómo evitar el mal aliento al usar la mascarilla. 

El contenido presentado anteriormente está destinado a promover el conocimiento general de la salud bucal y no sustituye la opinión profesional o el diagnóstico médico. Siempre consulte a un médico o farmacéutico en caso de problemas de salud.

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