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Dientes de leche: el Ratoncito Pérez y otras tradiciones
El Ratoncito Pérez es, sin duda, el principal motivo por el que la mayoría de los niños se alegran de la caída de sus dientes de leche. Este hecho tan natural, podría resultar traumático para los más pequeños de la familia si no fuera por esta entrañable historia, creada por Luis Coloma en el siglo XIX.
En la historia de Luis Coloma, un Ratón llamado Pérez recoge de debajo de la almohada los dientes de leche de todos los niños. A cambio, les deja una pequeña sorpresa.
En España, la historia del Ratoncito Pérez es la más extendida. Pero hay algunas comunidades autónomas que cuentan con su propio personaje para contar la misma historia. En el caso del País Vasco es popular la Mariituxu Teliatukoa (Mari de los tejados). En Cataluña, conviven el Ratoncito Pérez con el Angelet (Angelito). En Cantabria, es l’Esquilu de los dientes (la ardilla de los dientes) quien recoge los incisivos de los niños.
Pero en el resto del mundo hay infinitas variedades de personajes e historias similares. Por ejemplo, en Francia o Canadá este personaje se conoce como el Petite Sourise. En Italia, se conoce como el Topolino o Topino, y la Tooth Fairy (Hada de los dientes) en Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania o Australia. En Sudáfrica, la tradición es muy parecida, pero dejan el diente dentro del zapato, en vez de dejarlo debajo de la almohada.
Existen también otras tradiciones que se alejan de este personaje tan especial. En Bulgaria son las abuelas las encargadas de realizar tal función. Aunque la mayoría de los búlgaros conocen la tradición del Ratoncito Pérez o Hada de los Dientes. En Noruega, los niños dejan la pieza que se les ha caído dentro de un vaso de leche. Al día siguiente, hay una moneda en su lugar.
En otros países esta tradición es completamente distinta. En países como Japón o Corea, lanzan el diente hacia el techo o suelo mientras piden tener una dentadura fuerte. En el caso de que sea una pieza de la mandíbula inferior lo tiran hacia el techo, o hacia el suelo si es de la mandíbula superior.
En los países de Oriente Medio tiran el diente hacia el sol (hacia su dios).
Sea cual sea la tradición, es muy importante que los niños no se asusten y lo tomen como algo natural y sano. Para ello, desde que son pequeños han de adoptar una rutina de higiene oral diaria con productos adaptados a sus necesidades. ¡Contra más cuide los dientes de leche mayor será su salud bucodental!
¿Y vosotros, qué tradición seguís?